Castel Sant’Elmo es un castillo medieval, ubicado en la colina Vomero cerca de San Martino en Nápoles. Alguna vez se llamó Paturcium y se encuentra en el lugar donde había, a partir del siglo X, una iglesia dedicada a Sant’Erasmo (de ahí Eramo, Ermo y más tarde Elmo). Este poderoso edificio (el primer castillo por extensión de la ciudad), obtenido en parte de la roca viva (toba amarilla napolitana), tiene su origen en una torre de observación normanda llamada Belforte. Debido a su importancia estratégica, el castillo siempre ha sido una posesión muy codiciada: desde su posición (350 m s.n.m.) se puede ver toda la ciudad, el golfo y los caminos que conducen a la ciudad desde las colinas circundantes.
El castillo representa uno de los ejemplos más significativos de la arquitectura militar del siglo XVI. Tomó su aspecto actual tras las obras de fortificación encargadas por el virrey don Pedro de Toledo y realizadas sobre un proyecto del arquitecto Luigi Scrivà. Este último concibió una planta estelar de seis puntas que sobresalen veinte metros de la parte central y colocó, en lugar de los tirantes, enormes cañoneras abiertas en los rehundidos ángulos.
Esta inusual estructura militar sin torres, que suscitó muchas críticas en el momento de su construcción, ha demostrado ser muy funcional a lo largo de los años. Rodeada por un foso estaba dotada de un gran aljibe para el abastecimiento de agua. Antes del foso hay una pequeña iglesia dedicada, en 1682 por los españoles, a Nostra Signora del Pilar.
En el portal de piedra volcanica, el piperno, destaca el escudo imperial de Carlos V, con el águila bicéfala y una inscripción en mármol que conmemora su reinado y el virreinato de Pedro di Toledo, marqués de Villafranca. Siete lagunas aseguraron la defensa de los guardias del puente levadizo si eran atacados antes de que pudieran cerrar el puente.
Lun-Dom: 8.30am – 7.30pm
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